sábado, 30 de abril de 2011

Cita fallida (6)

2.50.
El joven me mira. Parece tan sorprendido como yo. Acto seguido se lleva la mano al bolsillo y, a punta de navaja, me exige el dinero. La calle está desierta así que le doy todo lo que llevo encima. Mientras comprueba el botín escuchamos unos gritos. Son los jóvenes de la cafetería. Al grupo inicial de tres personas se han unido otras dos. Llevan cadenas y porras, y vienen hacia nosotros.
- ¡Ahí está el hijo de puta! ¡Y va con otro!
Al verlos echamos a correr. Otra vez. Y con los pies hechos polvo. Tras unos minutos de persecución, me refugio en un portal. Parece que los he despistado, pero puedo escuchar sus pasos ahí afuera, hay que cogerle, recordad lo que le hicieron al Yiyo, lo vamos a hacer lonchas. Me alejo hacia el vestíbulo y espero escondido. Me descalzo, trato de fumar, pero los cigarrillos están tan empapados como mis calcetines. Entonces suena el móvil.
- ¿Necmi? –digo con apenas un susurro.
- No voy a llegar a tiempo. Estoy en un atasco.
- ¿Quién es?
- Vas a tener que hacerlo tú solo, pero esta vez no te equivoques. Hay siete bombas ahí dentro. Ya han explotado tres. Tres de tres no es un buen promedio. En fin, a ver si hay más suerte con la cuarta. ¿Ves el cable azul?
Reconozco su voz, es el loco del autobús.

2 comentarios:

  1. Ya me estaba yo preguntando qué había sido de este hombre. Menuda tensión.

    Voy a tomarte el relevo para que Bernardino se nos entretenga.

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  2. Creo que os habeis puesto de acuerdo los dos. Se me enredan vuestras historias y no me extrañaría que el prota de Sako tuviera la escena del balcón con la chica mientras el prota de Frida desactiva el artefacto explosivo.

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