domingo, 23 de diciembre de 2012
martes, 27 de noviembre de 2012
sábado, 27 de octubre de 2012
martes, 9 de octubre de 2012
sábado, 15 de septiembre de 2012
viernes, 10 de agosto de 2012
jueves, 2 de agosto de 2012
domingo, 15 de julio de 2012
martes, 3 de julio de 2012
viernes, 29 de junio de 2012
martes, 26 de junio de 2012
martes, 8 de mayo de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
jueves, 19 de abril de 2012
martes, 10 de abril de 2012
lunes, 2 de abril de 2012
Esquela a un funcionario de correos
La Asociación de
vecinos de La Guindalera
Desea rendir
homenaje a Adolfo Zarzas, funcionario de correos, fallecido en el día de ayer.
Durante treinta años cubrió la zona de
Prosperidad con una eficacia digna de
encomio. Era tan diligente que las cartas, en vez de llegar en dos o tres días,
lo hacían en unas horas. A veces,
incluso, antes de escribirse. Tu hija piensa casarse, el niño ha aprobado los exámenes de la
universidad, decía con una sonrisa. Una sonrisa cálida y entrañable. Porque a su diligencia hay que unir su
calidad humana. Nunca ahorraba un gesto amistoso, una pregunta amable, cómo
está su sobrino, qué tal su artrosis, doña Claudia.
Y todos
asentíamos agradecidos.
Era un hombre
entrañable. Siempre anunciaba su llegada con un silbido. Nada más salir de la
oficina de correos, escuchábamos esa canciocilla, que se propagaba como un eco
entre las calles. ¡Viene el cartero!, decía Rosa, la de la tienda de
comestibles, con una emoción contenida. Y es que Rosa aguardaba impaciente
carta de su novio, que se había ido a la capital en busca de trabajo. El bueno
de Dimas.
Y qué poco se
quejaba, siempre con problemas para
llegar al final del mes, que si la hipoteca, que si el niño que acababa de
nacer, y siempre con esa buena disposición, con ese gesto de audacia que sabía sobreponerse a las dificultades. Nunca
podremos conseguir que nuestras cartas lleguen a tiempo, pero su recuerdo quedará para siempre
en nuestro corazones.
sábado, 31 de marzo de 2012
martes, 27 de marzo de 2012
lunes, 19 de marzo de 2012
viernes, 17 de febrero de 2012
Los días
No hay nada. Es uno de esos días oscuros en
los que más valdría no haberse levantado. Uno de esos días en los que llegan
las facturas o hay malas noticias por todas partes. Abres un periódico y solo
encuentras miseria y desolación.
No
hay nada. Solo unas horas que vienen a ser meses o años, unas horas que no pasan, que
llegan para quedarse contigo y deshacen sus maletas y se duchan y entonan
alguna triste desgracia. Me pasas el jabón, dicen. Y empiezan a cantar, ese lamento
de los minutos que no pasan.
No
hay nada. El vecino te habla sobre el fin del mundo, los taxis ignoran tu
llamada y pasan de largo, la lluvia te sorprende cuando menos lo esperas o un
coche se cruza a tu lado y empapa tu
abrigo. Tu único abrigo. Cualquier cosa
es nada en esos días que llegan sin previo aviso y te despiertan con un susurro
de tragedia.
Cuando llegan procuro afeitarme, comportarme
como si no pasara nada. Los llevo a comer a un buen restaurante, hacemos el
amor y luego vamos a la doble sesión del
Alameda y mientras el tiempo pasa al otro lado va pasando en este, y el dia se
va reduciendo a unos minutos, los que restan para que se vayan estos días tan
oscuros.
viernes, 3 de febrero de 2012
jueves, 2 de febrero de 2012
sábado, 28 de enero de 2012
miércoles, 25 de enero de 2012
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