sábado, 6 de febrero de 2010

Palabras

A veces, las palabras no salen o no están. Las veo en las películas, en las novelas, proponiendo significados ocultos o mostrándose elocuentes. Las veo en las bocas ajenas sugiriendo una idea, desenvolviéndose con ingenio y ligereza. Las veo en las manos y en los gestos de otros haciendo gala de su concisión. Entonces siento celos y salgo a buscarlas, desesperado, temiendo que no regresen. Recorro las calles, los bares, entro en los cines, escucho y observo, camino como un vagabundo. Luego vuelvo a casa y aguardo su llegada, se suceden las horas, el insomnio y las noches en blanco, hasta que oigo sus pasos y vuelven a fluir como una bendición de los dioses. Me dicen entonces: ¿dónde estabas?, hay que volver al trabajo.

1 comentario:

  1. Yo a veces dudo de que sea una bendición de los dioses, pero enseguida se me pasa.

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