Hace tiempo que se aísla en la torre más alta de Invernalia. Desde su atalaya contempla el extenso territorio y admira sin que nada se interponga el blanco impoluto y brillante del hielo. Con desazón recuerda las palabras del profeta Baldin: “Llegará el día en que la tierra se calentará en gran medida, así como el mar y el aire que respiramos, los hielos se derretirán y los mares aumentarán su tamaño y sepultarán ciudades bajo sus aguas, y esto provocará el fin de muchas especies, y será difícil la supervivencia de la humanidad”. Lord Eddard Stark piensa angustiado en su descendencia, en las gentes que conforman su señorío y teme que el Norte se convierta al fin en el reino olvidado.
Pues sí, refugiarse en el norte huyendo de una profecía. Estamos hechos de miedo. Miedo al calor, al frio, a los demás, a nosotros mismos...
ResponderEliminarYo, sobre todo, le tengo miedo al calor y a los turistas. Un triste augurio de lo que nos sucederá en el futuro.
ResponderEliminar